Francisco Rivas Ríos.
“Si
tienen diferencias los jefes de Estados de otros países que vayan y los definan
ellos, en sus países”,
Juan
Carlos Varela, Presidente de Panamá.
Los
#Panamapapers están siendo utilizados en el ámbito internacional para la lucha
política y económica. De acuerdo con el Sr.
Juan Carlos Varela, Presidente de Panamá “si las grandes potencias quieren pelear, que
lo hagan, pero en sus países y no va a permitir que se usen el territorio
panameño y su sistema fiscal y financiero, para esa pelea”.
Es
previsible que los conflictos internos afecten a la estabilidad de un país
pequeño con una posición estratégica y tradicionalmente pro-occidental,
aunque algunos de los ataques proceden precisamente de sus “amigos”.
Después
del daño causado, funcionarios del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional se han apresurado a minimizar el impacto de #Panamapapers. Así,
por ejemplo, Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para
América Latina y el Caribe, explicó que el impacto sería limitado en Panamá
debido a su capacidad de crecer a partir de la red de servicios conectados a la
expansión del Canal de Panamá.
“El
efecto en Panamá, aunque será negativo, no será tan poderoso porque Panamá se
deriva de su capacidad de crecimiento económico de otras actividades”, dijo el
economista. Sin embargo, el daño ya está hecho.
El
Centro de Servicios Internacionales de Panamá.
La
economía de Panamá desde el período colonial, cuando el istmo sirvió como zona
de paso al tesoro americano de Perú y a los productos europeos transportados
por la flota española, se ha especializado en la prestación de servicios
financieros y logísticos y el comercio internacional. Este “hiper”
especialización terciaria, después de más de 500 años, se prolonga hasta el día
de hoy.
El
Centro de Servicios Internacionales actualmente incluye:
- El
Centro Bancario Internacional (el más grande de la región).
- La Ley
de Sociedades Anónimas.
- Las Leyes
Maritima y de Puertos.
- Las
leyes de seguros, reaseguros y seguros cautivos .
- Un
mercado de capitales con una bolsa de valores.
- El nuevo
ferrocarril transístmico.
El predominio de la
economía terciaria ha sido acompañado por tres características: (a) la
centralización territorial de las actividades económicas, en torno al eje
Panamá – Colón; (b) la concentración de capital en un pequeño número de
familias y transnacional (Panamá es uno de los países con mayor desigualdad); y
(c) la concentración de las capacidades empresariales y el conocimiento en una
pequeña grupo de la población (el país refleja un pequeño número de empresas
micro y pequeñas empresas).
Durante
2015, la producción de bienes y servicios en la economía panameña, medido por
el PIB a precios de 2007, creció un 5,8% respecto al año anterior. El PIB en
términos nominales fue de US $ 52,132.3 millones.
Alrededor
del 70% del PIB en 2015 correspondió a las siguientes actividades: Construcción
14,8% Comercio al por mayor y al por menor de 17,6%, transporte, almacenamiento
y comunicaciones 14,3% 7,7% intermediación financiera e inmobiliaria,
empresariales y de alquiler 6,0%.
Todos
los componentes de la economía terciaria están relacionados entre sí, incluso a
través de los lazos familiares y personales. No se puede separar el Canal y la
expansión de otros sectores Panamá. Como lo pretende en forma ilusoria el
funcionario del Banco Mundial.
Beneficios fiscales
en el exterior de una sociedad anónima inscrita en Panamá.
Reconocidas
como un excelente instrumento de planeamiento fiscal, las sociedades anónimas
panameñas son ampliamente conocidas y utilizadas en todo el mundo. Las
sociedades anónimas panameñas ofrecen muchos beneficios fiscales, en especial,
cuando se utilizan como corporaciones o sociedades offshore o IBC’s, como se
las denomina en otras jurisdicciones, teniendo en cuenta, además, que la
República de Panamá es considerada un paraíso fiscal.
Las
sociedades panameñas son fáciles de dirigir y administrar a la vez que ofrecen
versatilidad y seguridad. La Ley 32 de 1927, sobre sociedades anónimas de la
República de Panamá se aplica por igual a las sociedades anónimas que realizan
negocios locales, es decir, dentro de la República de Panamá y a las sociedades
cuya actividad se considera offshore, tal como se las conoce.
Las
sociedades panameñas también se utilizan comúnmente como el perfecto
instrumento de protección de activos por razón de que pueden servir como una
compañía holding o pueden poseer o ser dueñas de toda clase de activos.
Una
gran ventaja que la Ley ofrece a las sociedades offshore panameñas es la
posibilidad de desarrollar actividades que no son objeto de impuestos en
Panamá, ya que Panamá utiliza un sistema tributario basado en el principio de
la territorialidad. De esta forma, la sociedades panameñas sirven a
comerciantes, inversionistas y a compañías extranjeras para lograr ahorros en
el pago de impuestos.
Una
sociedad anónima offshore podrá abrir cuentas bancarias y ser dueña de bienes
en el extranjero sin tener que pagar impuestos en Panamá por mantener estos
bienes a su nombre.
El Centro Bancario
Internacional de Panamá (CBI), en el punto de mira.
El
Centro Bancario Internacional de Panamá (CBI) fue creado formalmente en 1970
por el Decreto de Gabinete No. 238, que modificó el Régimen Bancario y creó la
Comisión Nacional Bancaria como órgano de control. Decreto N ° 238 estaba en
vigor hasta 1998, cuando el Decreto Ley No. 9, en la Superintendencia de
Bancos, la reemplazó.
El
CBI está compuesto por (a) el Sistema Bancario Nacional (SBN por sus siglas en
español), (b) la banca privada que se compone de 48 bancos (31 extranjeros, 17
panameños), (c) los bancos con Licencia Bancaria Internacional (28 bancos) y
(d) oficinas de representación (13).
De
acuerdo con cifras oficiales de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP),
los activos de la banca privada a agosto el año 2015 ascendieron a 34 mil 999
millones de dólares, lo que representa un aumento del 10,7%. Eso es alrededor
de 3 mil 409 millones de dólares más que el año pasado. Sin embargo, estas
cifras muestran que el sector bancario del país está atravesando una
desaceleración, ya que en el mismo período del año pasado, la cantidad de
activos fue de 31 mil 590 millones de dólares, un incremento del 14,1% en
comparación con 2013, cuando alcanzó $ 27 mil millones 676 mil.
El
CBI permite el dinamismo de otras actividades económicas estratégicas como el
funcionamiento del Canal de Panamá, la Zona Libre de Colon, el sector
inmobiliario y de la construcción, sector portuario y el turismo.
Con los #Panamapapers
el CBI Panamá perderá su principal ventaja competitiva: el secreto bancario.
El
secreto bancario
es una legislación especial que permite y obliga a los bancos e instituciones
financieras proteger y mantener la información confidencial de clientes a
terceras partes. El secreto bancario se refiere a todo tipo de datos personales
y económicos, incluyendo depósitos, número de cuentas o transacciones. Los
países que tienen estos centros bancarios han sido clasificados como “paraísos
fiscales”.
Se
estima que la suma total de dinero escondido en estas jurisdicciones que
ofrecen poca o ninguna carga tributaria en todo el mundo asciende a US $ 21 mil
millones. Esto es equivalente a la producción económica anual de Estados Unidos
y Japón juntos.
Por
supuesto, esto puede ser visto de dos maneras. Para un país como Panamá, el
amparo de este capital es una fuente de empleo directo e indirecto y ofrece
disponibilidad de capital de inversión.
Para
los ciudadanos de los países desarrollados, países como Panamá permiten a las
grandes empresas y millonarios no pagar impuestos, lo cual afecta los planes de
inversión de sus gobiernos.
A
partir de 2002, con especial énfasis 2009 en adelante, varias organizaciones
internacionales, como la OCDE y el G -20 tomaron varias iniciativas para tratar
de forzar a los paraísos fiscales y jurisdicciones offshore para que relajaran
el secreto bancario y permitir la obtención de información en el caso de los
delitos de evasión de impuestos. Se identificó aquellas jurisdicciones que
aplican supuestamente “prácticas fiscales perjudiciales”, para lo cual se
proponen sanciones en caso de no colaborar en una mayor transparencia fiscal.
Fuera
publicadas las famosas “listas negras”, las cuales incorporaron los países que
no luchan lo suficiente contra el blanqueo de dinero, pero ahora se le dio una
denominación de “lista gris” de paraísos fiscales por la Organización para la
Cooperación La Económico Cooperación y Desarrollo (OCDE).
En
opinión del Director del Centro Política y Administración Fiscal de la OCDE,
Pascal Saint-Amans, los que no quieren declarar sus ingresos no van a tener
muchos lugares a donde ir: “Pueden ir a Panamá, que es el último mohicano”.
Resulta claro, entonces, que hay que liquidar al “último de los mohicanos”.
Los
líderes empresariales y abogados panameños como Eduardo Morgan, Adolfo
Linares y Alvaro Thomas, entre otros, han criticado con dureza la fuerte
posición de la OCDE y han hecho oír su voz en protesta por lo que parecía un
intento malicioso para dar un duro golpe a la economía y convertir a Panamá en
una especie de gendarme del sistema tributario de los países que promueven
estas iniciativas.
Con los “Panamapaper
aumentarán de los costos bancarios.
Los
bancos han comunicado a sus clientes un ajuste en las tasas de interés en sus
préstamos. Los aumentos se aplican a las hipotecas no preferenciales, préstamos
para automóviles y tarjetas de crédito, entre otros. La cantidad de la
variación depende del tipo de producto: en los coches y las hipotecas, los
incrementos son de entre 0,50% y 0,75%.
El
argumento principal de los bancos es que en diciembre de 2015, el Sistema de la
Reserva Federal (FED de manera informal en inglés), aumentó en 25 puntos
básicos en las tasas de interés. Sin embargo, otros analistas han advertido que
los bancos multiplican dos y tres veces las tasas de la Fed.
Con
los #Panamapapers los ajustes a las tasas de interés se incrementarán
sustancialmente.
- Restricciones en
el sector no financiero (no bancos).
La
existencia de un importante sector financiero alternativo no bancario, es un
claro indicador del gran sector informal que se desarrolla a lo largo de la
economía terciaria. Estas formas de financiación ofrecen prontitud,
flexibilidad y relación directa con el demandante de recursos.
Bajo
la presión del GAFI el gobierno panameño ha creado recientemente la
Administración de Supervisión y Regulación del no financiero. Esto puede cerrar
un importante “válvula de seguridad” para las familias que han confiado
tradicionalmente en estos mecanismos, justo en el momento en que el sector
bancario aumenta las tasas de interés.
Otros indicadores
muestran las dificultades de la economía de servicios.
El
golpe a la economía de los servicios, con la difusión de #Panamapaper llegó en
momentos en que varios sectores muestran serias dificultades.
El movimiento de
carga en los puertos cayó un 11,6% en enero de 2016.
En
enero de 2016 se produjo una baja de 11,6% del transporte de carga movilizada
por los puertos nacionales, con un total de 508,000,833 TEU (20 pies),
mientras que de enero del año 2015 movilizó un total de 575,000,763 .
Panamá
Terminal Internacional (PSA) registró en enero un descenso del 22,3% en
comparación con enero de 2015, mientras que Balboa registró un -11.9%; Terminal
Internacional de Manzanillo (MIT), un -18,6%; Colon Container Terminal (CCT),
-15.7%. Mientras tanto, los números positivos Bocas Fruit registraron un
incremento del 15,7% en el movimiento de carga y Cristóbal en el Atlántico, el
19,6%.
La Zona Libre de
Colón “en coma”.
La
Zona Libre de Colón, la mayor de América Latina, algunos de los pilares de los
servicios de la economía panameña, está pasando por una crisis. De acuerdo con
el Ministro de Comercio e Industrias de Panamá (MICI), Augusto Arosemena “El
paciente (Zona Libre de Colón) está en coma debido a las reexportaciones han
bajado y algunas empresas han cerrado.”
La
Asociación de Usuarios informó que la zona libre para los días de enero de este
año cerrado 55 empresas, mientras que en 2015 155 eran las empresas cerradas,
con miles de puestos de trabajo perdidos en los últimos dos años.
El turismo de
compras, negocios y convenciones en crisis.
Cierre
de hoteles, tarifas bajas y reducción de gastos son el resultado de la crisis
del turismo de compras, negocios y convenciones que caracteriza a Panamá. Hay
hoteles que han tenido que reducir sus tasas de más del 30% y sólo el 35% de
sus habitaciones están ocupadas, junto con que los empleadores deben asumir un
aumento del salario mínimo de entre el 30% y el 40% en los últimos cinco años.
Otros
tienen relación con la oferta informal de habitaciones por parte de
propietarios de viviendas y apartamentos acaparando entre el 10% y el 20% de
los turistas que ingresan al país.
La
incapacidad para diversificar la oferta y establecer asociaciones con
alojamiento de un sector informal (que debe ser formalizada) son dos de las
causas estructurales del sector turístico.
La industria de la
construcción: saludable, pero con pérdida de impulso.
La
industria de la construcción sigue manteniendo su dinamismo, pero con una mayor
aporte de la construcción residencial. Las estadísticas de la Oficina de la
Contraloría General de la República, indican que en 2015 las inversiones
totalizaron US $ 137,5 millones de los cuales US $ el 87,5 millones corresponden
al sector residencial, mientras que en el año 2013 de 135,2, la inversión en el
sector residencial fue de 43,3 millones de dólares.
El
presidente de la Cámara de la Construcción, Iván de Ycaza, expresó su
preocupación por los incrementos en el costo de los materiales y suministros
para la construcción, el aumento en el valor de la tierra disponible para
nuevos proyectos, un sistema salarial rígido y costoso, así como reglamentos
que regulan el sector y tarifas, tasas y cánones cobrados por diversas
instituciones públicas lo cual encarece los costos.
El Canal de Panamá
ingresará $9,419 millones menos hasta 2021.
Según
informa el periódico La Estrella (http://laestrella.com.pa/economia/aportara-menos-planificado/23937675),
de acuerdo con las metas originales del Ministerio de Economía y Finanzas de
Panamá (MEF), el Canal de Panamá aportaría al gobierno central $11,489 millones
durante 2014 a 2018, pero luego con el Marco Fiscal de este periodo, la suma la
ubicó en $8,919 millones para estos cinco años, es decir, en $2,570 millones
menos.
Para
2015 a 2019, se esperaba que el Canal aportaría $12,816 millones, y luego se
redujo a $6,586 millones en el Marco Fiscal correspondiente a estos años, una
baja de $6,230 millones.
En
los siguientes marcos fiscales se observa la misma tendencia a la baja. Para
los años 2016 a 2020, se pronosticó aportar previamente $14,023 millones, pero
luego se planteó que descendería a $8,032 millones, $5,991 millones menos.
Y
por último, recientemente el MEF dio a conocer las proyecciones financieras del
sector público no financiero para 2017 a 2021. Para este periodo se tenía contemplado
que el Canal aportara $15,303 millones, pero las nuevas proyecciones revelan un
aporte de $8,533 millones, una caída de $6,770 millones.
Entre
las causas se mencionan: el cambio climático, el nuevo escenario macroeconómico
mundial, la competencia del Canal de Suez, la apertura de la ruta del Norte y
la construcción del Canal de Nicaragua.
Creación de
sociedades anónimas registró a la baja.
En
los primeros cuatro meses del año, hasta el 29 de abril, se han constituido
9,077 sociedades anónimas en el Registro Público de Panamá. La cifra, refleja
una tendencia a la baja en comparación con el mismo periodo de tiempo del año
2015, en el que se crearon 10,756 personerías jurídicas. El mes en que más se
notó un descenso fue marzo, con 605 sociedades menos que el mismo mes en 2015.
Muchos bancos no están abriendo cuentas a nombre de sociedades anónimas.
#Panamapapers: Golpe
a la economía de los servicios panameños.
¿Por
qué los periodistas de investigación de las empresas offshore, parcialmente
financiados por el gobierno de los Estados Unidos, eligieron a Panamá? Hay todo
tipo de teorías y no tiene sentido participar en una discusión
especulativa de este tipo. La verdad es que el ataque se centró en uno de los
componentes de los servicios de la economía de Panamá: la Ley de Sociedades,
específicamente la creación de empresas offshore.
Como
“castigo” por los #Panamapapers, el país va a perder el negocio de las empresas
offshore y el Centro Bancario Internacional (CBI) estará sujeto a severas
restricciones, perdiendo su posición internacional.
Es
previsible la fuga de capitales por temor de los inversionistas a ser
vinculados a un “paraíso fiscal”. La reducción de la inversión afectará
especialmente al sector de la construcción, con la consiguiente caída del
empleo. La desaceleración económica inducirá a los empresarios a exigir una
reducción de la carga fiscal y una mayor flexibilidad laboral como lo planteada
por el Presidente de la Cámara de la Construcción. Este crea un potencial
escenario de conflicto entre los sindicatos y el gremio empresarial.
Impuestos
más bajos para alentar a los empleadores (como sucede ahora en la Zona Libre de
Colón y el sector turismo) provocará un mayor déficit en las finanzas públicas,
el cual se tratará de cubrir con nuevos créditos internacionales y la
restricción del gasto público. Los “Panamapapers” incrementarán el “riesgo
país” por parte de las calificadoras de crédito, razón por la cual los
préstamos internacionales que se adquieran tendrán mayores costos y duras
condiciones.
Adicionalmente,
el Gobierno tendrá que reducir el gasto público, algo que ya ha sido
recomendado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, utilizando
las recetas neoliberales conocidas: aumento de la edad de jubilación, reducción
de la planilla estatal y contención a los programas de subsidios (viviendas a
sectores populares, becas escolares, subsidio a ancianos en situación de
pobreza, etc.) La reducción de los subsidios, una estratégica “válvula de
escape” a los conflictos sociales, incrementará el clima de descontento ya
existente y elevará el nivel de conflictividad.
El
país apelará a la expansión del Canal de Panamá y algunos megaproyectos para
mantener el ritmo de crecimiento de la economía, pero serán insuficientes como
lo hemos señalado. En este contexto, se visualizan los cursos de colisión entre
los sindicatos y los gremios empresariales, entre el sector informal que se
expande frente a los intentos del sector gubernamental por ponerle límites
(buhoneros, taxistas, propietarios de buses “piratas”, profesionales “ilegales”
de la salud, etc.) Entre una masa de beneficiarios de los subsidios estatales y
la restricción de dichos beneficios (las autoridades gubernamentales
intensificarán la “depuración” de las listas de beneficiarios).
Es
previsible que los distintos actores panameños, sindicatos, comunidades,
asociaciones empresariales, organizaciones de la sociedad civil, el sector no
estructurado, profesionales, etc. entran en curso de colisión.
Colisión en la elite
económica.
En 2004 un estudio de
la Universidad de Panamá demostró que un grupo de aproximadamente 80 personas,
muchas ligadas por lazos empresariales y familiares, controlan cerca de la
mitad del producto interno bruto de Panamá. Esta excesiva concentración de la
riqueza es un factor fundamental que explica los altos niveles de inequidad que
caracterizan al país.
La poderosa elite
económica panameña, históricamente ha establecido una sólida alianza con
actores militares, sociales y políticos provenientes de los sectores medios,
los cuales se han encargado de la representación política y la administración
del estado.
Este sistema empezó a
resquebrajarse en vísperas de las elecciones de 2009. Los partidos políticos
mostraron un gran desgaste y los “administradores” del estado, procedentes de
la clase media, lo utilizaron en forma masiva para enriquecerse.
En este contexto,
emergió Ricardo Martinelli, líder de un conglomerado empresarial -que incluye
inversiones en supermercados, el sector agroexportador, bancos, seguros y
medios de comunicación, entre otros. El Señor Martinelli logró convencer a la
mayoría de los votantes (60%) que para erradicar la corrupción de los “limpios”
(clase media política), era necesario colocar al frente del estado a un
empresario éxito, como el mismo.
Esta fusión del poder
político y empresarial provocó un serio conflicto a lo interno de la elite
económica y fue el inicio de un proceso de desgaste e inestabilidad del sistema
de control y dominación hasta ahora estable.
A los pocos días de
tomar posesión como Presidente, en agosto de 2009, la embajadora de Estados
Unidos en Panamá, Bárbara Stephenson informaba sobre Martinelli (cables filtrado
por WikiLeaks): “Su inclinación por la intimidación y el chantaje puede haberle
llevado al estrellato supermercado, pero es apenas un estadista. Se arriesga a
perder la buena voluntad de sus seguidores en las comunidades de élite y de
negocios de Panamá”.
“El estilo de matón
de Martinelli con la embajadora deja claro que está dispuesto a empujar más
allá de los límites establecidos para obtener lo que quiere, incluso con la
ayuda de sus ‘amigos’”, escribe preocupada Stephenson. Y da otro ejemplo:
“Durante el encuentro del pasado 12 de agosto [de 2009], Martinelli contó con
orgullo a la embajadora de cómo, ese mismo día, había conseguido torcer el
brazo de los operadores de casinos y les había amenazado con cancelar sus
concesiones si no pagaban sus impuestos atrasados y cortaban sus relaciones con
los representantes de la oposición”.
Los #Panamapapers, al
contribuir a intensificar el deterioro de los indicadores económicos, ha
exacerbado los conflictos internos. Pero ahora se ha agregado un factor
externo: las denuncias de corrupción procedentes de otros países y
organizaciones internacionales. Mientras que Martinelli realizaba directamente
el “trabajo sucio”, ahora la elite económica utiliza las denuncias
internacionales sobre corrupción, para tomar ventaja sobre sus competidores.
De esta forma, se ha
lanzado una campaña implacable dirigida a quitarle a la empresa Odebrecht los
contratos que ha formalizado con el estado panameño, por un valor de varios
miles de millones de dólares.
Más recientemente,
uno de los grupos económicos más poderosos del país, en manos de la familia
Waked, de origen árabe, ha sido vinculado a una
red internacional de narcotráfico y lavado de dinero por el Departamento del
Tesoro de Estados Unidos (EU) y la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA,
por sus siglas en inglés).
Los medios de
comunicación pierden credibilidad.
Los medios de comunicación, en general, pertenece a diferentes grupos
económicos en conflicto. Mucha de la información se difunde para exaltar o
denigrar a los grupos de élite manera sistemática y selectiva, utilizando la
última "moda" del conflicto: manipular convenientemente denuncias
internacionales sobre las empresas y el sistema financiero de Panamá.
Las acciones de los medios de comunicación, se acompañan de campañas de
"organizaciones de la" sociedad civil (en realidad se trata de
personas), reforzadas con el uso de las redes sociales.
Ante esta batalla mediática de la opinión pública permanece distante. La
pérdida de credibilidad en los medios de comunicación se refleja en la ausencia
de la participación de la población, en las acciones de presión que convocan.
Nadie quiere ser un instrumento de la batalla entre los grupos de poder.
La crisis ideológica de las medias comunicaciones panameños está empezando
a preocupar a los factores de poder alimentación externa, ante un posible
respaldo de la población a los líderes de la izquierda.