Francisco Rivas Ríos.
Desde
hace varias décadas Panamá se ha convertido en una potencia turística regional,
en la modalidad de “compras y convenciones”. Esto obedece a la existencia de la
Zona Libre de Colón, la segunda en importancia a escala mundial, y a las
facilidades de servicios y conectividad. Las cuales son propicias para la
realización de eventos y reuniones de negocios.
Sin
embargo, este “nicho” de mercado, bajo las actuales condiciones, ha demostrado
ser insuficiente para mantener el ritmo de crecimiento de los visitantes. Para dar un renovado impulso a la actividad
turística se han planteado tres iniciativas:
1. Más
turismo de Convenciones y Compras.
La principal estrategia
consiste en incrementar la capacidad de acogida en nuevos Centros de
Convenciones. Con tan propósito el Gobierno de Panamá firmó un contrato por
$193,7 millones para el diseño, equipamiento y construcción de un centro de
convenciones en Amador, en las riberas del canal de Panamá, con el grupo
empresarial integrado por las firmas HPC
Panamá, Soluciones Arquitectónicas (Costa Rica), P&V (Panamá), Heliopol
(España) y Quality Construction (Puerto Rico). Dicho Centro contará con 40 mil
metros cuadrados de áreas de exhibición y 1.100 estacionamientos.
2. Incursionar
en un nuevo segmento: el turismo médico.
La Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) ha presentado a consideración de la Asamblea Nacional de Diputados un anteproyecto
de ley de turismo médico. Según el
artículo 1 del Proyecto, se reconoce el turismo médico o turismo de salud como
una actividad que consiste en viajes a instalaciones o destinos con la
intención de obtener un tratamiento médico o quirúrgico, realizar una
rehabilitación o recibir atención médica integral con apoyo del sector
turístico y otros. Además, el Artículo 3 establece que promoverá las
actividades entre las empresas nacionales y extranjeras directa o
indirectamente e impulsará la utilización de recursos humanos, especializados o
no, insumos, y materia prima nacionales , que contribuyan con la creación de
empleos directos e indirectos, el incremento del turismo interno y otras
ventajas.
Entre los incentivos contemplados
estaría que todos los turistas que vengan a Panamá en busca de atención médica
tengan la exoneración de impuestos en cuanto a los servicios médicos. Además,
se autorizaría la oferta de paquetes con médicos, enfermeras y anestesiólogos.
3.
Impulsar el Turismo en el “interior” del país.
La
Ley 481 establece incentivos para el fomento de la actividad turística en
Panamá, la declara de interés nacional prioritario y busca el equilibrio en las
inversiones en la construcción de hoteles en la capital y el resto del país,
considerando que del total de 21,067 habitaciones con que cuenta el país, 12,480
habitaciones (59%) se concentran en la Ciudad Panamá.
Con
el propósito de impulsar las inversiones en el resto del país, los incentivos
incluidos en la nueva ley solo aplicarán a las provincias interioranas, si bien
se deja una ventana abierta de tres meses para que los hoteles que estén en
construcción en la capital y que hayan invertido más de 8 millones de dólares
(excluyendo el costo del inmueble), puedan registrarse en la ATP y recibir
estos beneficios.
La
Ley 481 motiva la construcción de nuevos hospedajes turísticos, fuera de la
ciudad de Panamás que hayan invertido más de $250,000 en su construcción o más
de $100,000 en su ampliación o remodelación a través de incentivos fiscales los
cuales incluyen la exoneración del impuesto de importación a los materiales o
equipos, que son utilizados exclusivamente en la construcción y en el
equipamiento de los alojamientos. La ley también exime a todos los equipos que
introduzca la empresa con la finalidad de contribuir al ahorro de energía o a
mejorar la seguridad del área y además, por 20 años, libera a los hoteles del
impuesto de importación y selectivo al consumo de ciertos bienes y servicios,
de vehículos automotores de fábrica para el transporte de un mínimo de 15
pasajeros. Por último, libera del impuesto de inmuebles y del impuesto sobre la
renta.